Alessio Rastani, la cara de la ambición desmedida

Alessio Rastani, un «trader» que busca atención y la consiguió gracias a sus declaraciones en la BBC. Alertó de que los gobiernos no controlan el mundo, sino una entidad que se dedica a ganar dinero para sus clientes. Alertó de que millones de personas iban a perder sus ahorros. Alertó de que daba igual la crisis. Y todas esos avisos alertaron tanto a la comunidad 2.0 que sirvieron para que hasta una ministra se hizo eco de sus palabras.

Alessio Rastani tiene cuenta en Twitter, en Facebook, y otras redes sociales. No la tiene, o no se le encuentra, en LinkedIn, una red social más orientada a la vida profesional de sus usuarios. Aunque no se tenga conocimientos de economía, es el primer indicio que da que pensar. En todo caso, un columnista del WSJ reconoce que, analizando lo que cuenta Rastani, no dice nada nuevo.
Hay quién gracias a esto le ha puesto cara al diablo de la crisis, ha podido personalizar una realidad que no se oculta, pero tampoco se muestra a la sociedad: miles de personas brillantes son contratadas para ganar dinero utilizando las reglas del juego. Aprovecharse de estas reglas del juego, como nos mostró la película Inside Job, ha sido el detonante de una crisis que aún mantiene sus causas. Que, por todo lo que leo, sólo están trasladando quién la sufre: primero la banca, luego se hace pública y la sufren los gobiernos, y cuando los gobiernos sufren las reglas del juego, sus ciudadanos.
Todo esto, sin ser economista, me recuerda al incremento del precio de las casas: mientras se podía pagar, mientras las personas estaban dispuestas a seguir endeudándose y había competencia por conseguir una vivienda, seguían subiendo de precio. ¿No les recuerda al incremento de los intereses que están pagando los países periféricos de Europa?

Elena Salgado tildó a Rastani de «inmoral» y «loco». Los medios, algunos, han vuelto a caer en una tendencia cada vez más preocupante para todos: contar lo que sucede sin ponerlo en contexto. Contrastar las fuentes, explicar la realidad, ser útiles a la sociedad que sirven debería de ser la misión del periodista. Sin embargo, como sucede en otras profesiones, obvian parte de su trabajo porque lo dan por sentado. En Ingeniería Informática sucede continuamente, es algo habitual. Lo cierto es que lo sucedido con Alessio Rastani muestra porque algunos periodistas están inmersos en una crisis de mayor calado que la que sufre la industria de los mass media.

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