Hay una sola palabra, un solo verbo realmente, que marca la diferencia en muchas ocasiones entre abandonar y conseguir hitos destacados en los proyectos tanto personales como profesionales. Una conversación con un amigo me recordó hace unos días cómo tener éxito como emprendedor.
Todo empezó con una conversación informal con un amigo (hace poco superó los 10.000 suscriptores en su canal temático). Le comentaba que había acabado de impartir en la ULL el webinar Creación de campañas de crowdfunding con éxito. En ese momento volví a recordar que pocas personas saben que puedo ayudarles a que su proyecto de financiación pertenezca a esa minoría de un tercio de campañas que consigue financiación de forma exitosa. Realmente tampoco saben de otros asuntos en los que llevo años trabajando ¿Cómo iban a saberlo? Apenas comparto asuntos de trabajo, o aprendizaje. En ese justo momento me di cuenta de que estaba cometiendo un error presente y no siempre detectado en muchas personas que trabajan en sus iniciativas. El secreto para tener éxito como emprendedor.
TLDR: «Haz»
Si no tienes tiempo para leer este texto (TLDR), resumo la solución en una única palabra “haz”. En el proceso de creación, en ese “hacer” es dónde alcanzamos hitos, encontramos qué nos hace falta, realizamos formación/aprendizaje, conectamos con aquellos que necesitamos, o nos necesitan y entendemos lo importante que es dar a conocer el producto/servicio/obra.
Y ya está. Tan simple en apariencia como complicado de realizar. Basta googlear un poco, descartando publicaciones que quieren vendernos servicios y cursos. Por no conocer realmente dónde están realmente las dificultades, piedras en el camino y cómo focalizar tu esfuerzo para conseguir los objetivos. Si tienes ganas de compartir unos minutos conmigo, analizaremos en base a mi experiencia y la transmitida en las entrevistas que he realizado a centenares de emprendedores cuál es la forma más productiva y efectiva de emprender y ganar, de “hacer”.
El mito de la confianza en tí mismo
“Aunque no tengas ganas, hazlo. Aunque sea desganado. Ponte a hacer”, me comentaba en esa conversación sabiendo que ya conocía que era la forma de hacerlo, pero me lo recordó. Una de las principales dificultades de “ganar” está en la fortaleza mental. El “éxito”, “triunfar”, o “ganar” son términos que abusan del lenguaje. Aunque alcanzar esas metas forma parte de un deseo social, en la vida todo pasa. Ese destino para algunos se convierte en una presión añadida lastrando su trabajo y evitando que consiga sus objetivos.
¿El emprendedor nace o se hace? Esa misma pregunta puedes aplicarla con “la confianza en tí mismo”. La confianza se genera trabajando en crear certidumbre. Las frustraciones se generan porque en realidad el éxito no es la meta, o el hito a conseguir. Aunque parte de la sociedad “venda” ese concepto, no es lo adecuado. El éxito como emprendedor es un medio, no un fin. Es la consecuencia del trabajo y ahí está uno de los secretos: centrar el foco visualizando el camino que nos lleva a un objetivo. De esta forma se evita el chasco que produce la falta de resultados y al mismo tiempo se generan efectos positivos que vas conocer justo en un momento. No hay un secreto para tener éxito emprendiendo, hay buenas prácticas para mejorar nuestras posibilidades.
El éxito como emprendedor no es el dorado
Varios emprendedores y emprendedoras que he entrevistado, que han conseguido logros por lo que han sido respetados y admirados, quisieron compartir una de las ideas que les llevó a alcanzar reconocimiento público y admiración por sus metas alcanzadas. Ellos y ellas demostraron que era posible alcanzar nuevas posibilidades que otras personas en su misma posición no aspiraban alcanzar hasta que ellos y ellas lo hicieron. Compartían una misma idea que pudieron aplicar en diferentes ámbitos, cada uno en el suyo: apps, desarrollo de productos, gaming…
En inglés hay una expresión que define lo que hicieron: Shoot for the moon, if you miss you will still be among the stars. En español sería: “Apunta a la Luna, si fallas, aún estarás entre las estrellas”. Lo que nos viene a explicar es que no debemos autoimponernos límites. No hay murallas más difíciles de atravesar que aquellas que no se pueden ver. Aunque falles, aunque no consigas ese éxito, si la meta impuesta es lo suficientemente grande, habrás llegado muy lejos.
Profundiza en tu objetivo
Algunas lecciones del aprendizaje en la vida también se aplican en el emprendimiento. Desgraciadamente la urgencia por querer llegar a una meta, la cantidad ingente de tareas a las que hay que enfrentarse, especialmente la primera vez que se tienen que llevar a cabo, y la soledad (en parte falsa, aunque de eso toca hablar en otro post) de iniciar un proyecto emprendedor hace que muchas veces se olviden detalles tan importantes como que no se debe correr antes de andar.
El proceso de poner el foco en el próximo paso sin perder de vista el camino y los objetivos a conseguir ayudan a crear una buena planificación. Este plan es mucho más útil de lo que se puede esperar al principio para creer en tí mismo/misma. No es una cuestión de fe, o del halo de confianza que parece envolver a aquellos que han tenido éxito. No. Al alcanzar estos hitos a corto plazo nos ayuda a entender que los planes pueden modificarse y que las desviaciones y los problemas son parte del proceso de emprender. Todos estos hitos y pasos del camino emprendedor ayudan a que las personas aprendan a creer en ellas mismas, conozcan sus posibilidades. A medida que se centran en cómo superar esos hitos, se aprende a eliminar el ruido exterior, lo que no importa. Ya no se trata de conseguir éxito, sino de obtener un proveedor, elaborar textos de venta, conocer mejor las expectativas del cliente… Es decir, conocer mejor en qué mercado nos desenvolvemos.
Las cinco claves del emprendimiento
De esta forma día a día se desarrollan una serie de habilidades que pueden pasar desapercibidas en el ajetreo y que vistas con perspectiva dota de confianza al que las ha trabajado, no es un proceso gratuito. Se obtiene la certeza de qué se es capaz de hacer y cómo se puede mejorar. Este proceso se apoya en cinco pilares que forman parte de las características que comparten en gran parte de los que han tenido éxito como emprendedor, o han sido reconocidos/as por sus logros. Pilares innatos en bastantes ejemplos emprendedores. Estos pilares tienen una gran ventaja que puede ser aprovechada por todas las personas emprendedoras: se pueden aprender y trabajar, incrementando significativamente las probabilidades de obtener esos hitos a corto plazo que son tan beneficiosos para el “éxito”. Los cinco pilares del emprendimiento son:
- Humildad: capacidad de reconocer que no siempre se tiene la razón, que otras personas pueden enseñarnos, siempre necesitaremos aprender, y que solo somos una parte de un engranaje mayor del que dependemos y otros dependen de nosotros.
- Esfuerzo: es necesario para llevar a cabo una iniciativa que no ha creado nadie anteriormente, al menos tal y como la concibe el/la emprendedor/a.
- Perseverancia: es necesaria si se quiere mantener una actividad que puede llegar a ser tan frustrante y requiere realizarse durante tiempo.
- Cooperación: caminando en soledad puedes llegar rápido, pero con otras personas se llega más lejos. Las relaciones que se realizan alrededor de toda iniciativa requiere una cooperación clara y bien definida.
- Comunicación: Quizás es uno de los pilares en los que más fracasan los “constructores” de proyectos. Crear requiere un gran esfuerzo mental y dedicación centrado en los hitos comentados anteriormente. Ese foco hacia el interior hace que muchas veces hasta que no está muy avanzado el proyecto se olviden de comunicarlo. Hasta que el cliente compra un producto, también tienen que alcanzarse varios hitos que pasan por la comunicación. Incluso sin tener nada, solo desde que se tiene la idea.
Emprender es un camino de dura realidad
Hay un último comentario que no puedo dejar de hacer. Creo que ahora puedes haber desmitificado el falso velo de la confianza en sí mismo (si no es así, déjame un comentario para conocer tu opinión). También es obvio ahora que el éxito como emprendedor, mejor llamarlo alcanzar hitos, se puede alcanzar mas fácilmente si nos centramos en hitos a corto plazo como parte de una estrategia mayor. Este método consiste en un proceso en el que cada vez conocemos mejor el medio, siempre cambiante y se apoya en cinco pilares que se pueden aprender para mejorar nuestras posibilidades. En todo esto hay una verdad que ya habrás notado: Es duro. Muchas personas, y su entorno, experimenta malos momentos, desengaños, frustraciones y fracasos. Pero también se producen alegrías, aprendizajes e hitos que parecían imposibles. La mejor forma de conseguir estos últimos y evitar los primeros pasan por la formación y aterrizar las ideas aprovechando los elementos que tenemos a nuestro alcance (más de los que crees) para poder emprender sin arruinarse en ello. Todas las personas que han pasado por este proceso lo consideran positivo. ¿Por qué ibas a ser diferente?
Cristian
Me ha encantado esta publicación, relata con bastante certeza lo que significa este camino de emprender. Un camino duro con el que no esperas triunfar, más bien lograr mejorar para el siguiente intento.
Francisco Mesa
Muchas gracias. Por vender cursos, o servicios, muchas veces se está ofreciendo una idea equivocada, en mi opinión, de qué implica lanzar un proyecto. Espero poder ir compartiendo en próximas publicaciones más «verdades como puños» que sean útiles. Cualquier sugerencia de tema es bienvenida 😉