Hace unas semanas volví a ver un reportaje de televisión que relataba como contaron el 11-S los medios españoles de ámbito nacional. No era la primera vez que lo veía pero en esta ocasión, quién ha releído un libro sabe de que hablo, destaqué un nuevo punto de vista. Algunos destacaron como fue la primera vez que el suceso no lo contaron los periódicos y ni siquiera las radios, fue otro soporte de media.
Continuación de este post.
Era la televisión. Varios periodistas, casi todos peinando canas, destacaban como el 11-S fue probablemente el primer gran suceso que fue contado por la televisión. Ellos se hacían eco de lo que veían en una pantalla al mismo tiempo y con la misma información que los millones de espectadores que le veían a ellos. Improvisaron la llamada a expertos de armas, espionaje, inteligencia, oriente próximo, política internacional… Pero, en resumidas cuentas, miraban y escuchaban en tiempo real lo mismo que hacía el resto de la sociedad.
Una nueva era
La historia nos enseña que será inevitable una gran tragedia en el primer mundo. Si yo les pregunto, ¿cuándo suceda un próximo «11-S», qué soporte será el que cuente lo que está sucediendo, ofrezca mayor información y sea capaz de crear opinión? Creo que muchos responderán: las redes sociales. Un soporte que tiene múltiples fuentes, barómetros instantáneos de opinión, métodos de filtrado y corrección de erratas… Está claro que es el medio.
No sólo ofrecerá una instantánea de lo que está sucediendo. Los expertos podrán compartir sus opiniones y tendrán un índice de popularidad variable elegido por la socialesfera. También permitirá realizar proyecciones de qué, dónde, cuándo y cómo reacciona la sociedad. El por qué lo resolverán los expertos y aquellos que tengan un punto de vista más claro. Será un acercamiento al conocimiento colectivo. Los mecanismos que sean capaces de predecir el comportamiento y reacción de los usuarios de las redes sociales también estarán afinados. Ahora mismo se dedican a servir la publicidad de forma rentable pero también podrán ser utilizados para medir la actividad que genera la expectación que generan los grandes sucesos que nos afectan a todos.
Volveremos a vivir una nueva ola de cambio en el consumo de media gracias a la Red. Hasta ahora internet ha sido una marea creciente que ha tenido momentos claves, olas, que han marcado un nuevo hito histórico. Lo hizo con la primavera árabe, Wikileaks, 11-M en España, huelga de controladores… hay decenas de ejemplos. Cada vez que se llega a un hito en el que se consiguen nuevos logros hay una verdad empírica: llegará otra que la supere en generación de cambios en la sociedad.
Vivimos una nueva era y afortunadamente los advenedizos del mundo digital no son los que lo están cambiando, solo saben hablar sin ofrecer resultados. Son las personas anónimas que leen esta entrada entre otros millones de páginas web que cada segundo son consultadas las que deciden con sus acciones si los profesionales tienen razón o no.
