La crisis que explotó en 2008 fue descrita en 1989

Empezando a leer una de las obras de ciencia ficción de Arthur C. Clarke escrita en el año 1989, Rama II, me encontré con un par de párrafos que se podían haber escrito en nuestra época actual. Salvo por la parte relacionada con las telecomunicaciones e informática, la humanidad ha superado con creces cualquier expectativa en ese sentido, la descripción de lo sucedido con la economía me impresionó. Cambien los años a los actuales y comprueben como algo no nos contaron a tiempo de esta crisis mundial.
Cito:

Un estallido desenfrenado de llamativo consumo y ansia global se prolongó durante casi dos años. La frenética adquisición de lodo lo que la mente humana podía crear se vio sobreimpuesta a una débil infraestructura económica que ya había iniciado una recesión a principios de 2130, cuando la primera nave espacial ramana cruzó el interior del sistema solar. Esa creciente recesión se vio pospuesta durante 2130 y 2131 por los esfuerzos manipuladores combinados de los gobiernos y las instituciones financieras, aunque la debilidad económica fundamental nunca fue corregida. Con el renovado estallido de compras a principios de 2132, el mundo saltó directamente a otro período de rápido crecimiento. Las capacidades productivas fueron ampliadas, la Bolsa estalló, y tanto la confianza del consumidor como el pleno empleo alcanzaron altas cotas. Hubo una prosperidad sin precedentes, y el resultado neto fue una mejora a corto plazo pero significativa del estándar de vida de casi todos los seres humanos.

A finales de 2133, se había hecho ya evidente para algunos de los observadores más experimentados de la historia humana que el «boom ramano» estaba conduciendo a la humanidad hacia el desastre. Empezaron a oírse lúgubres advertencias de un inminente hundimiento económico por encima de los eufóricos gritos de los millones que habían saltado recientemente a las clases medias y superiores. Las sugerencias de equilibrar los presupuestos y limitar el crédito a todos los niveles de la economía fueron ignoradas. En vez de ello, el esfuerzo creativo se quemó en situar de una forma tras otra más poder adquisitivo en las manos de una población que había olvidado cómo decirse «espera», y mucho menos «no».
El mercado de valores mundial empezó a hacer agua en enero de 2134, y hubo predicciones de un inminente hundimiento. Pero, para la mayor parte de seres humanos esparcidos por toda la Tierra y las dispersas colonias del Sistema Solar, el concepto de un hundimiento así era algo más allá de toda comprensión. Al fin y al cabo, la economía mundial se había estado expandiendo durante más de nueve años, los últimos dos a un ritmo sin paralelo en los dos siglos anteriores. Los líderes mundiales insistieron en que finalmente habían hallado los mecanismos que podían realmente inhibir las recesiones de los ciclos capitalistas. Y la gente les creyó…, hasta primeros de mayo de 2134.
Sin embargo, al comentar como se realizan las comunicaciones digitales se equivocó. La capacidad actual ha superado cualquier expectativa de finales de los 80. Unos párrafos más tarde escribió:

En la realidad, sin embargo, la situación era mucho peor. Sólo un pequeño porcentaje de las transacciones conseguía pasar a través de los ordenadores de apoyo porque los índices de dalos en todas direcciones estaban mucho más allá de todo lo que había anticipado. En lenguaje de ordenador, todo el sistema financiero mundial cayó en modo «deslizamiento de ciclo». Miles y miles de millones de transferencias de información de menor prioridad eran «pospuestas» por la red de ordenadores, mientras las tareas de mayor prioridad eran atendidas primero.

También  hace otras referencias a la posibilidad de cerrar acuerdos internacionales al no tener en cuenta que se creasen organizaciones con fuertes dependencias como la europea.

A finales de 2133, la mayor parte de las instituciones internacionales más nuevas se encontraban fallas de personal y eran ineficientes. Así, el derrumbamiento de la Bolsa mundial se produjo en un entorno donde ya había crecientes dudas en la mente de la población acerca de la eficacia de la red de organizaciones internacionales. A medida que proseguía el caos financiero, resultaba un paso fácil para las naciones individuales dejar de contribuir con fondos a los presupuestos mundiales, y organizaciones que tal vez hubieran sido capaces de desviar la marea del desastre si hubieran sido usadas adecuadamente se vieron viciadas desde un principio por los líderes políticos cortos de vista.

Los mejores escritores de ciencia ficción que he leído son los que ponen en un escenario nuevo los problemas de la humanidad para que al verlos desde un enfoque diferente observemos matices que suelen escapar a otro tipo de narrativas. Este ha sido un buen ejemplo. Probablemente si lo hubiese leído en 2006 no pensaría lo mismo que en estos años. La primera novela, Cita con Rama, se considera ciencia ficción dura por como aplica conocimientos científicos para explicar una realidad «extraña». Al que le guste este tipo de libros le encantará. Si no hubiera visto Inception (Origen) creo que realmente me hubiera costado más imaginarme ese minimundo creado en una nave espacial de 40kms de largo.
 

3 comentarios

  1. Perry

    Me parece un poco manipulador. Yo también podría decir que la crisis actual se puede ver en un libro del siglo 19, llamado «Das Kapital», y donde se exponen razones diversas.
    Y es que no es que al mundo le falte capacidad productiva, que la tiene y de sobra. Sino que la riqueza se concentra en pocas manos.
    Pero bueno, tu describes lo tuyo en un libro bastante freak. Yo prefiero remitirme a un libre de filosofía.

  2. Francisco Mesa

    No quería que se interpretara el libro como un vaticinio de la actualidad. Algo estudié en su momento y de los ciclos que crean un capitalismo sin freno. Seguro que la literatura, da igual el género, está llena de ejemplos parecidos o incluso con más detalles que se acerquen a nuestra realidad.
    Independientemente de si se produce el consumo/endeudamiento sin freno por un encuentro con una civilización extraterrestre o las causas de nuestra época actual, parece evidente que algo no nos han contado aquellos que realmente conocían que se podía producir esta crisis.

  3. Observador

    Hola! Si no querías «que se interpretara el libro como un vaticinio de la actualidad» hubiera sido deseable elegir otro titular.

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