Massimo Tartaglia y las redes sociales

La ciencia necesita estudios metódicos y, aunque exista una teoría que se puede formular en unos pocos segundos, es necesario tener constancia y ser paciente para convertir una idea en hechos contrastados.
La agresión a Silvio Berlusconi ha despertado una palabra de mi boca, no por el hecho en sí, la violencia no está justificada en este caso. Sino por una búsqueda que hice en Facebook. Tras leer una noticia en elmundo.es en el que querían proclamarlo santo, vía @sergiors, busqué en esta red su nombre. Si la noticia indicaba que el agresor tenía 41.000 seguidores en una página de Fans, cuando la consulté, superaba los 71.000 y en este momento, unos minutos más tarde,  supera los 72.000 fans. ¡Tremendo!
El millón es un número clave en algunas mediciones que hacemos los humanos. Refleja alcanzar una gran cifra. El millón que ofrece un bussiness angel en un proyecto de futuro, el primer millón de usuarios de un canal o soporte… Quizás aún estamos lejos de que existan fenómenos, tendencias, más o menos habituales que sean capaces de alcanzar el millón de usuarios en menos de 24 horas, pero no dudo que lo lleguemos a verlo con frecuencia.
Para llegar al primer millón de usuarios de un canal es necesario tener una base común. En la historia podemos ver avances que se iban extendiendo, más allá de los intereses, por cercanía geográfica e idiológica. En otras ocasiones, era necesario tener una infraestructura común, como en el caso del teléfono que requería el tendido de cable (y las operadoras en sus comienzos). Las ondas de la radio y la televisión lo hicieron más fácil ya que había que colocar «sólo» unos repetidores. Ahora gracias a internet, y la telefonía móvil, tenemos una base común compartida por centenares de millones de personas. La cercanía geográfica no es un handicap, es la capacidad de generar atracción. El lenguaje si que es un handicap, excepto por el inglés. ¿Alguién se acuerda de que el Francés era el idioma de los diplomáticos?
El problema en estos tiempos de exceso de información no va a ser el llegar al primer millón de seguidores (que de por sí es todo un reto). El problema es ser capaz de mantener la atención. Como se dice habitualmente, lo complicado no es ser el primero, sino mantenerse. Hacer que en lugar de una estrella fugaz, un producto, una marca sea capaz de convertirse en luz. Es en esos casos cuando el beneficio se multiplicará considerablemente.

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