Pateando: Cruz del Carmen – Las Carboneras – Taborno – Casa Carlos (y vuelta)

El domingo estuve de pateada recordando viejos tiempos. Mi amiga Teresa pensó que me había ido otra vez para el Teide o la playa, así que sabiendo que el tiempo estuvo más bien malo es que estoy muy blanco. Fue muy fácil a pesar de que estos meses he cogido unos kilos que parece que me resisto a soltar gracias a los buenos desayunos de Nico, y mis malas comidas por motivos que no recordaré. Lo peor, un par de cuestas  entre Taborno y Casa Carlos. Lo mejor, las vistas de la zona de las que tome unas pocas imágenes.
La caminata no está nada mal para desentumecer las piernas, y llenar los pulmones de aire fresco. También sirve para  ver como todavía hay gente que es capaz de estar una hora sin hacer nada mirando al ocelaje sin hacer nada ¡Qué estrés me dió!  Ofrece la belleza de zonas muy recomendable para todos los que quieran ver Tenerife desde otro punto de vista en las que se nota la diferencia de vegetación y la tierra según vas avanzando.
Aunque pasaron más de cuatro años de la última vez que lo hice recordaba lo importante de cómo era el camino y las principales características de lo que nos íbamos a encontrar. Me gustaría comentar la ruta, los barranquillos que hay que recorrer, y que en Taborno no dejen de mirar al piche para ver la pintada del camino y no seguir la curva y al acabar el sendero decir, ¿por dónde sigo…? ¡por la huerta…! Si Pedro Millán me viera :-p Lo cierto es que no tengo tiempo y no quiero dejar pasar esta ocasión para poner las fotos que saqué.
Las fotografías son sólo hasta que se me acabó la batería, poco más allá de Las Carboneras, porque no tenía pensando ir de pateada, surgió casi de casualidad. Seguro que en Popografías me podrían dar alguna recomendación para mi Casio Exilim EX-Z19. De lo mejor de la naturaleza fue sentir el agua corriendo porque anteriormente había ido con mejor tiempo.