La semana pasada Google presentó una previa de la primera versión de su sistema operativo cuatro meses más tarde de anunciarlo. Los medios de comunicación repitieron los mensajes lanzados en la presentación del navegador del buscador. Las referencias a Microsoft no fueron pocas, quizás inevitables. Los técnicos de ELDÍA han descargado y comprobado el funcionamiento de la versión disponible en su lanzamiento.
El sistema operativo está basado en Linux y tiene una característica básica, “que sea ligero, rápido y para que el ordenador arranque y se conecte a Internet en cuestión de segundos”. Su uso principal es su navegador web que ocupa casi toda la pantalla. No se instalan programas. Anuncian que tampoco será necesario tener una máquina potente.
No obstante, en las pruebas realizadas en un portátil y en un ordenador de sobremesa, los tiempos de respuesta del teclado, o la velocidad en abrir nuevas pestañas del navegador dejaban mucho que desear. A pesar de que el uso de memoria o de procesador era muy bajo, la respuesta al teclado seguía siendo lenta independientemente del número de pestañas o ventanas abiertas. Es uno de los aspectos a mejorar en la versión definitiva.
En Chrome OS todo es web. El equivalente al Menú de inicio de Windows es una página web que no será visible si no se está conectado. Más que una ventaja parece un problema. El sistema viene preparado para poder activar las conexiones disponibles en el equipo con un pequeño botón en la zona superior derecha, otro permite realizar cambios de configuración como el proxy, idioma, o la sensibilidad al ratón.
Chrome OS tiene una presentación agradable, pero aunque arranca muy rápidamente tiene que mejorar significativamente su velocidad. Algunas opciones deberían de estar disponibles sin necesidad de tener que estar conectado a la Red. No disponer de un visualizador multimedia local es otra de las pegas que pueden frenar su uso.
Publicado en EL DÍA el 27 de noviembre de 2009
