Trabajo en equipo en el siglo XXI

El trabajo en equipo ya no volverá a ser lo mismo en pleno siglo XXI. La coordinación, el reparto de tareas, o distribución de su carga utilizando la masa laboral no es, o debía ser, lo que era. Vivimos un momento en el que los cambio se está acelerando. Esta aceleración va más allá de la propia de nuestro avance tecnológico. En parte está provocada por la necesidad que genera la crisis. Esta necesidad genera oportunidades.
Se acabó el tiempo en el que le daban a uno un puesto y se esperaba a recibir trabajo. Ahora hay que ser activo. Es la única medida de supervivencia en un entorno tan agresivo como el que vivimos con el síndrome de la agonía de los peces fuera del agua. La economía se contrae, cada vez  hay menos agua, pero las empresas y personas que desarrollan su trabajo son más o menos las mismas.

En empresas tecnológica es habitual que esa forma de actuar, la de esperar, no se produzca, cada persona cuenta porque sabe que las máquinas saben hacer las tareas mecánicas, y el proceso de innovación tiene que ser continuo y evolutivo. Los analistas estamos acostumbrados a estimular este tipo de creaciones. Aceleran la validación, premian los cambios positivos, mejoran la calidad. La relación empresa > trabajadores requiere por una parte, el trabajo en equipo y la responsabilidad compartida. Por otra, reconocer que más allá de realizar una tarea, hay que tener una visión del producto y organización totalmente horizontal, respecto a la visión vertical.

Es el modelo que actualmente hay que seguir. Permite ver qué se hace, cómo se hace, y para quién (cliente final). En un ambiente proactivo se generan los mecanismos que permiten mejorar las posibles disfunciones que existen y se generan con el paso del tiempo. Facilita la creación de baremos de calidad que mejore interna y externamiento la misión de la organización.
¿Estamos dispuestos a disfrutarlo?

Deja un comentario