Turismo espacial de bajo costo

Poco a poco veo más cercano que llegue a realizar uno de mis sueños que me gustaría realizar en el tiempo que se me ha dado. Algunos me llamaban loco, pero recordé como muy pocos «locos» surcaban el cielo cuando mi abuelo tendría la edad en la que empecé a soñar con esa experiencia. Me refiero a realizar una visita al espacio, a sentir la ingravidez, o algo más…
La cosa pintaba bien y ya comenté algo en los gongos del periódico hace un año y medio. Ahora me entero de que el precio se ha reducido a la mitad, como si cumpliera la Ley de Moore.
La expresión «de bajo costo» quiere acercar la idea al gran público. Algo así como el fresh banking y otros nombrecitos que intentan llamar la atención de la gran masa. Tan sólo intenta acercar estos viajes a los que puedan gastarse 63.000 euros por 30 minutos. Quizás el Gobierno Autónomo quiera financiarme que lleve una manija de plátanos cerca de las estrellas 😉 En caso contrario, seguiré esperando al 2022 que valdrán unos 500 euros y probablemente serán más de 30 minutos y me dejarán llevarme un bocadillo de guayaba con queso blanco (como es de bajo coste…).
Sigo esperando… llegar a viejo para contarlo.

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