No es la primera vez que recibo un email fraudulento que utiliza el nombre de CajaCanarias. No sé si preocuparme porque los ataques empiezan a ser más selectivos y detectan el ámbito de actuación de una entidad bancaria y el destinatario, o alegrarme de que tengamos una caja que tenga suficiente entidad como para que unas personas, que pueden vivir en cualquier lugar del mundo, sepan de esta Entidad.
Utilizo Thunderbird, y reconozco fácilmente los correos electrónicos de las entidades bancarias que utilizo en el trabajo, así que era fácil detectarlo. No quita para que avise a la red social a la que llego para que lo tengan en cuenta. Si estos ataques se repiten tanto es porque tienen éxito en alguna ocasión, y hay que evitarlo. La forma más rápida, en Twitter, más tarde indicarlo personalmente a algunos conocidos, rellenar un formulario en el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, y poco más.
Tan sólo toca esperar que hagan su trabajo. Me temo que al igual que sucede con el P2P, aunque se intenten tapar algunas puertas, la naturaleza de internet es tal que se abrirán más y más ventanas. En este caso, desgraciadas al ser una (presunta) estafa. He intentado comunicarlo en la web de CajaCanarias, pero no encuentro una forma directa, y su buscador no devuelve resultados en la búsqueda del texto phishing.
Pedro
Buenas tardes,
A partir de la entrada de tu blog comprobé lo que comentas y veo que desde la Caja deben haber tomado buena nota. Ahora mismo si consultas en su buscador te redirigen a su apartado de seguridad.
Sin duda, en asuntos de este tipo ninguna información sobra.
Saludos,