¿Y si es verdad que 2009 es el año del libro electrónico?

Sideways_SlideLa segunda función que destaca de Google es cómo cambian las reglas del mercado sus productos. Lo ha hecho en las búsquedas, correo electrónico, o la ofimática online, Leo, en inglés, que ahora permite la descarga de más de un millón de libros electrónicos en formato EPUB, una alternativa al formato pdf que solemos utilizar. Los que se compraron muebles de salón sin estanterías para los libros acertaron de pleno. Aunque he vivido rodeado de libros, empiezo a verlos como un producto del pasado, como el tocadiscos, o el discman.
Estas navidades creo que nos van a hacer entrar por los ojos en los centros comerciales los lectores de libros electrónicos. Si no le ponen algún tipo de animación, parecerá que tienen una pegatina puesta, pero es que estarán encendidos. Estos dispositivos necesitan luz exterior para poder usarse, no cansan la vista, permite cargar miles de libros sin aumentar su peso, tienen ranura para tarjetas. Si fuesen a color, la transición de página más rápida, un poco más baratos, y en general con reproducción MP3/MP4, serían una maravilla. Como no los he podido probar, salvo el disponible en exhibición, sólo puedo decir que me gusta la estética del que ofrece Plastic Logic. En España tenemos al fabricante Grammata y su Papyre.
Google anima el mercado con su continuo esfuerzo por catalogar y ordenar toda la información que se encuentra disponible en Internet. Google books empieza a dar sus frutos y los acuerdos a los que está llegando permitirá que se incremente el número de personas que se acerquen a la lectura. Ayer publicábamos en Zonaweb que Sony ha llegado a un acuerdo con Google para acceder a sus libros, aunque realmente no hace falta. Igual que no hace falta que lleguen a otros acuerdos para distribuir la música en los reproductores MP3. Ya lo hacen los propios clientes a su forma.
Las piezas del puzzle de un nuevo mercado se están juntando. Cientos de millones de personas están acostumbradas a utilizar sus dispositivos para hacerse su selección musical, o jugar en cualquier sitio. Existe un fondo bibliográfico disponible de forma gratuita, y las novedades estarán disponibles en formato digital por un precio inferior al de su equivalente en papel. Tan sólo falta un dispositivo atractivo a un precio razonable para que se generalice su consumo. El ejemplo del iPod, o iPhone que cambiaron las reglas del mercado nos hacen ver que es posible. Si este dispositivo llega, podremos ver como la industria editorial empieza a realizar el camino que ya transitó la industria musical. De nuevo el fenómeno que hace desparecer al intermediario que no aporta valor gracias a las TIC.
Algunos ven a internet como un gran demonio contra los libros, ven importante la función del editor/corrector de las obras, o el profesional que escoge los libros que tendrán éxito. Me pregunto si esos editores y correctores no podrán seguir existiendo, pero trabajando para el creador y no para el editor. No creo que cambien esos perfiles profesionales, tan sólo para quién trabajan. Respecto a las obras de éxito, ¿no es el cliente el que siempre tiene la razón?

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