Suelo escuchar desde Europa, Península y Canarias que no hay tiempo. Todo cambia muy rápido. Los mismos que en ocasiones me preguntan por soluciones en la nube. Una nube que va y viene, que tiene cambios y que en ocasiones genera problemas que no se piensan a priori.
La nube ofrece a priori grandes ventajas:
- Permite teletrabajo y aumento de la movilidad.
- Elimina costes de infraestructura
- Flexibilidad de costes
- Administración asociada al proveedor de servicio.
Sin embargo, presenta algunos problemas:
- Falta de seguridad. Aunque se ofrezcan copias de seguridad, en varias ocasiones grandes empresas han perdido sus datos por culpa de algún «rayo» que afecta a los servicios de almacenamiento.
- Si no hay internet, no hay servicio. En otras zonas quizás no sea habitual pero en Canarias en la que todavía se producen apagones en toda una isla puede ser un problema.
- Problemas legales y de propiedad intelectual. La nube no conoce fronteras pero las legislaciones se limitan a países o regiones y deben de cumplirse. Cuando un dato salta a internet, ¿en que país acabará?
Otro gran problema está relacionado con las copias de seguridad y el cambio de proveedor. ¿Existe un servicio de descarga de copias de seguridad? En caso afirmativo, se puede descargar esa información? ¿Se podrá utilizar para ser enviada a otro proveedor de servicio? No tener en cuenta que el mercado y el desarrollo de negocio cambia puede atarte a una nube de forma innecesaria. Una de las grandes ventajas es que al eliminar intermediarios y ofrecer un servicio remoto la atención en línea y la formación suele venir incluida en el precio. Así como la calidad de la atención al cliente. Bastante fría es internet como para además intentar cobrar dinero y tratar al cliente mal.