Las tres claves del bloqueo de Montana a TikTok

Hace tres semanas, el pasado 17 de mayo, el gobernador republicano de Montana firmó la primera ley de Estados Unidos en la que un Estado prohíbe la descarga de la popular red social de origen chino, TikTok. El objetivo de esta legislación es proteger a sus residentes de la recopilación de información que podría hacer el Gobierno chino utilizando esta app. Las preguntas parecen obvias. ¿Cómo puede el Gobierno chino afectar a la vida de los montaneses? ¿Yanto peligro genera esta red social para que se censure su descarga y utilización o es una bravuconada estadounidense? Entre el ruido de que ha generado esta noticia se están escapando tres detalles que no deberían de pasar por alto para todos los que utilizamos todo tipo de servicios en internet.

Acerca de Montana

Para los que no lo conozcan, este estado fronterizo con Canadá, en la región oeste del continente, es el séptimo menos poblado del país con aproximadamente 1.100.000 habitantes, aproximadamente la mitad de la región en la que vivo, Canarias, por poner un ejemplo. Desde el punto de vista económico también muestra aproximadamente la mitad del PIB del Archipiélago.

El primer detalle: gula de datos

Con estos datos, una de las primeras preguntas que podríamos hacernos es si esta noticia debería de haber dado la vuelta al mundo y ocupado minutos de televisiones, radios y línea de prensa escrita.

Aunque el Gobierno de Trump intentó bloquear esta red social del país o cambiar su propiedad con el fin de que no dependiera del Estado chino, nada de esto ha sucedido. Es más, ha sido la propia red social en noviembre de 2022 la que confirmó que los datos de sus usuarios en Europa, por citar un ámbito que nos es cercano, podrían ser accedidos por empleados en China. Este acceso puede estar basado en una necesidad demostrada para hacer su trabajo, “sujeto a una serie de controles de seguridad y protocolos de aprobación robustos”. A nadie se le escapa que con toda seguridad estos protocolos pueden ser todo lo robustos que sea necesarios. 

La cuestión es cómo se están utilizando esta información que registran y atesoran “durante el tiempo necesario para ofrecer la Plataforma y para los demás fines establecidos en la presente Política de privacidad. También conservamos la información cuando es necesario para cumplir con las obligaciones contractuales y legales, cuando existe un interés comercial legítimo para hacerlo”.

El “top ten” de datos recopilados por TikTok

Solo en la Unión Europea unos 150 millones de personas acceden cada mes a TikTok en este inicio de 2023. No solo tienen que registrar, almacenar y etiquetar de múltiples formas los vídeos y comentarios que se generan. Hay muchísima información adicional que se registra. Tanto es el volumen que hasta 2024 van a implantar tres centros de datos solo en el ámbito europeo.

Está sufriendo tanto la presión política y social que en su política de privacidad tienen un apartado específico en el que indican cómo se realizan sus operaciones internacionales y las transferencias de datos. Cuando se transfieren datos entre zonas legales con diferentes derechos, como más allá del ámbito de la Unión Europea, hay que informar no sólo de los datos que se almacenan, sino cuáles se transfieren.

Para hacernos una idea, no solo registra y analiza nuestro perfil personal, o los contenidos que generamos (vídeos, comentarios e interacción con otras personas), también registran infinidad de datos. En concreto:

Datos básicos

  • Hay información es relativamente normal en todo tipo de apps que quieren comprobar que funciona correctamente en la mayoría de los teléfonos y tabletas como la relacionada con el el rendimiento, incluidos los informes de errores.
  • El modelo del dispositivo y por lo tanto el sistema operativo (Android o iOS).

Nuestra forma de interactuar

  • Los patrones o ritmos de pulsación de las teclas. Es decir, cómo solemos escribir a otras personas. Esos patrones también los repetiremos en otras apps como Whatsapp o Facebook.
  • No solo registran lo que publicamos, también como participamos en la plataforma. Esto incluye la información sobre el contenido que vemos, la duración y la frecuencia de su uso, las interacciones con otros usuarios, el historial de búsqueda y su configuración. Por eso los vídeos que vemos más, nos gusten o no, aparecen con mayor frecuencia.
  • También infieren nuestros atributos (como el rango de edad y el sexo) e intereses a partir de la información que les facilitamos. Utilizan las inferencias, entre otros fines, para mantener la seguridad de la Plataforma, moderar los contenidos y cuando lo permitimos ofrecer anuncios personalizados basados en sus intereses.

Información sobre la ubicación

  • Automáticamente obtienen información sobre la ubicación aproximada (por ejemplo, país, estado o ciudad) basándonos en información técnica como la tarjeta SIM y la dirección IP.
  • La dirección IP y el idioma del sistema. Nuestros puntos de accesos a internet cuando utilizamos su app.
  • Crean un ID de dispositivo y un ID de usuario. Es decir, al conectarnos desde varios dispositivos, identifican la actividad que realizamos en cada uno, pudiendo identificarnos en qué lugares y momentos nos encontramos a lo largo del tiempo .
  • Si habilitamos los servicios de localización para la aplicación TikTok es algo que hacemos en Android o iOS, recopilan sobre la ubicación aproximada de su dispositivo.

Funciones y características de los contenidos

  • Analizan al detalle, todo lo que permite la tecnología, las características de los vídeos, imágenes y audios que publicamos.
    • En concreto alertan que van a identificar objetos y paisajes, la existencia o ubicación dentro de una imagen de un rostro u otras partes del cuerpo; y el texto de las palabras pronunciadas en el vídeo.
    • Lo hacen, por ejemplo, para moderar los contenidos y para añadir efectos especiales (como filtros de vídeo y avatares) y subtítulos. Pero no son estos los únicos motivos.

Registros un poco sospechosa

Tan sospechosa que el Gobierno Federal de Estados Unidos, la mitad de sus estados, la Comisión Europea, Canadá y Reino Unido han decidido bloquear el uso de esta app en los teléfonos oficiales con leyes aprobadas desde diciembre de 2022 a marzo de 2023.

Si nos fijamos en la política de privacidad, podemos leer como continuamente ponen ejemplos inofensivos de cómo se están utilizando nuestros datos. Sin embargo, no es la lista completa de usos que hacen de estas diez fuentes de información que estamos suministrando voluntariamente y en la mayoría de los casos sin saberlo a la red social de origen chino.

Por poner ejemplos. No solo pueden saber dónde nos encontramos en todo momento, sino qué momentos de ocio tenemos para poder consultar estos vídeos, cuántos dispositivos tenemos a nuestro alcance para acceder a Tiktok y dónde se encuentran. Nuestro perfil como ciudadanos, nuestros intereses, qué nos motiva, nuestra red de contactos, e incluso las personas y sitios en las que grabamos nuestras publicaciones en vídeo. ¡Hasta cómo escribimos en el teclado de un móvil!

La amenaza de las inteligencias artificiales generativas

Es una cantidad de información suficiente para que cualquier inteligencia artificial generativa actual o futura sea capaz de falsear un mensaje nuestro, remitirnos uno de una persona de nuestro entorno, conozca nuestros hábitos de trabajo, relaciones y descanso… Los datos del dispositivo móvil. No solamente su modelo, sino también el número, las cuentas que puede tener registradas… Estamos totalmente etiquetados si utilizamos TikTok de forma activa y más aún si publicamos contenido.

Las pruebas tras analizar Tiktok

El análisis técnico realizado a la app en julio de 2022 por la empresa australiana Internet 2.0, un nombre muy poco evergreen, muestra no solo la información que es capaz de capturar del móvil, sino que también utiliza mecanismos para que no pueda ser detectada esta comunicación. Aunque es una práctica habitual para evitar suplantaciones de identidad, no deja de ser una forma de enmascarar lo que están obteniendo de nuestro dispositivo. Este informe concluye, y cito textualmente la traducción al español, “

Para que la aplicación TikTok funcione correctamente, la mayor parte de la recopilación de datos de acceso y del dispositivo no es requerido. La aplicación puede ejecutarse correctamente sin que ninguno de estos datos sea registrado. Esto nos lleva a creer que la única razón por la que se ha recopilado esta información es para recolectar datos.

También destacan que el dispositivo solo necesita pedir permiso al usuario una vez para realizar cada una de estas acciones ya que queda registrada. La aplicación tiene una cultura de acceso persistente que solicita continuamente al usuario una reversión de la decisión que impide registrar los datos. La comprobación de la ubicación cada hora tampoco es necesaria. Finalmente, el mapeo de dispositivos, el acceso al almacenamiento, contactos y recopilación de datos de aplicaciones de terceros permite a TikTok la capacidad de crear la imagen del teléfono a semejanza del dispositivo original.

Clones de nuestra presencia en internet

Aquí es dónde se disparan las alarmas, verdad, “volver a crear la imagen del teléfono a semejanza del dispositivo original”. No solo pueden tener un mapeo completo de nuestras costumbres a lo largo del día, también pueden, por así decirlo, clonar nuestra punto de acceso a internet. No es exactamente así, no me salten al cuello los puristas, pero es una forma de describir un exceso de captación de datos.

El tiempo que pueden estar almacenados nuestros datos en el ámbito europeo es limitado, pero nada impide que si son requeridos por el Gobierno de su país, o sea, China, para facilitarlos, no sean registrados y actualizados a lo largo del tiempo. Esto permite generar y atesorar una gigantesca base de datos que estamos ofreciendo gratuitamente, y con gusto, por ver vídeos que alimentan nuestra dopamina. Si TikTok fuese utilizado en todos los móviles de los funcionarios públicos de Europa, por ejemplo, tendrían una radiografía perfecta de nuestras actividades, y cambio de costumbres, ofreciendo información valiosa a los servicios de inteligencia.

El segundo detalle: condicionando a la humanidad

Las redes sociales, a fin de cuenta TikTok es una de las más populares, buscan engancharnos el máximo tiempo posible a un muro sin fin construido por nuestra propia sociedad. Un muro que empieza a tener unas características que forman parte de la cultura popular. Algunos de los tópicos son:

  • Nos permite estar conectados con personas que hace años que no vemos, como suele suceder en Whatsapp.
  • Además, podemos hacerlo con aquellas con las que compartimos intereses, más allá de su localización geográfica.
  • Sin embargo, los algoritmos para tenernos enganchados nos muestran aquello que nos retiene. Por este motivo, consciente, o inconscientemente, favorece nuestros sesgos y nos crea, por así llamarlo, burbujas de opinión, haciéndonos creer que muchas personas opinan igual que nos gusta.

Este comportamiento parece que está polarizando las opiniones en las redes sociales. La corta longitud de los textos obliga a simplificar el mensaje, siendo uno de los motivos de esta radicalización. También se produce porque las palabras no tienen que ser leídas con el mismo tono que fueron escritas al perder completamente el lenguaje no verbal. Por otro lado, están las publicaciones creadas de forma interesada para apoyar o generar una opinión concreta. La facilidad de que sean utilizados y amplificados por redes de cuentas falsas o bots, hace que pueda ser utilizados como arma de destrucción masiva de la reputación, o si elevamos esta reputación a los valores que sustentan nuestra sociedad, del interés general.

Peligrosos precedentes

Evidentemente, podemos denunciar contenidos y existen equipos de personas que tienen un tiempo limitado para comprobar si algo debería de estar publicado en este espacio o no. Visto así, en nuestro mundo parece que no debería de haber problemas. Incluso aunque TikTok sea de origen chino, las sedes en las diferentes regiones económicas o de derechos en el mundo, como la Unión Europea, hace que tengan que atenerse a nuestra forma de entender la sociedad. Al menos eso parece a priori. 

Sin embargo, en tiempos de conflicto, como el que parece en el que poco a poco nos estamos sumergiendo, puede convertirse en un auténtico caballo de troya. Una empresa que no posee una red social pero que pudo utilizar sus datos, como Cambridge Analytica, pudo utilizar la información existente para que solo el 2% de los votos inclinase el referéndum del Brexit. Un tsunami del que aún no hemos visto la última ola. No ha sido el único caso. Estados Unidos y Brasil también han sido noticia por este tipo de actuaciones. Si esto puede hacerse desde el exterior de una red social, ¿qué no podría conseguirse cuando se tiene acceso completo a toda la información y el talento suficiente para poder explotarlo?

El tercer detalle: somos un producto desamparado

Lo cierto es que estamos desamparados y pensar que podemos evitarlo es un error. Con el fin de que no se pueda calificar de mentiras y denunciar las publicaciones, se realiza un alimento continuo de mensajes sutiles, estirando como un chicle el lenguaje y los hechos. Publicaciones que intentan cambiar ligeramente nuestra intención en base a nuestros propios condicionantes. Sucede en diferentes ámbitos. Desde la publicidad que utiliza el greenwashing, hasta los mensajes políticos estamos muy desamparados. Más de lo que creemos porque se aprovechan de nuestra gran fortaleza: somos sociales. Nos gusta saber, conocer, compartir y tomamos ejemplo de lo que nos gusta en otras personas. Solo basta empezar a hacer girar una pequeña corriente para conseguir incrementarla y, aunque no parezca mucho, puede inclinar la balanza de opinión.

TikTok está intentando evitar a toda costa que se ponga en duda su visión como empresa. Y creo que en las democracias liberales casi nadie pone duda su interés comercial. Tan solo temen que su empresa matriz se encuentra bajo la legislación de China. Por lo tanto, los funcionarios chinos podrían exigir el acceso a los datos de usuario y el código fuente de TikTok en virtud de las leyes nacionales. Una de ellas es la Ley de inteligencia nacional de 2017 que establece que todas las organizaciones y ciudadanos deben «apoyar, ayudar y cooperar» con los esfuerzos de inteligencia nacional. TikTok dice que no ha recibido una solicitud del gobierno chino por sus datos y que, si la recibiera, se negaría. Y, claro está, yo también me puedo negar a pagar impuestos…

El riesgo latente de las redes sociales

También han intentado declarar de forma interesada las conclusiones de estudios, como los del organismo de control de internet, Citizen Lab, en una audiencia del gobierno de EE.UU. intentando presentar que no hubo transmisión de datos abierta hacia el gobierno Chino. En un tuit el propio director de Citizen Lab, Ron Deibert, en marzo de este año tuvo que desmentirlo e incluso aclarar que hay funcionalidades latentes que puede ser activadas. Recalcó que una vez que los datos son registrados y almacenados a los servidores de TikTok no hay visibilidad de qué sucede con ellos.

https://twitter.com/RonDeibert/status/1638739405597704193?s=20

En todo caso, Ron Deibert, recuerda que no solo es un problema de TikTok, realmente la mayoría de las apps de redes sociales comparten un mismo problema. Deibert destaca que “son inaceptablemente invasivas por diseño, tratan a los usuarios como materia prima para la vigilancia de datos personales y no alcanzan la transparencia sobre sus prácticas de intercambio de datos”.

Es decir, disfrutamos un servicio gratuito por el que no pagamos, el producto somos nosotros. Es decir, la humanidad. Si no me creen, basta con mirar los datos publicados el pasado mes de enero de este año, 2023, en el Informe Global Digital Trends elaborado por MeltWater y We Are Social. El número total de usuarios de plataformas sociales en el planeta es superior a 4.760 millones de personas. Es decir, casi el 60% de la población mundial. De media pasamos 2 horas y 31 minutos al día conectados a estos servicios.

Alcance de las redes sociales en enero de 2023
Alcance de las redes sociales en enero de 2023

La resolución de este problema

Esta iniciativa de Montana va a encarar, si nada lo cambia, los tribunales. TikTok defiende el derecho a poder publicar lo que se quiera. Pero sabe que se enfrenta a un problema mayor que puede condicionar su futuro en la mayoría de las democracias ya que las acciones que tome Estados Unidos y la Unión Europea suelen estar alineadas. La Propuesta de ley el 7 de marzo de 2023, RESTRICT Act, define las bases para revisar las transacciones de productos y servicios tecnológicos conectados a un «adversario extranjero» de los Estados Unidos, y representen un » riesgo indebido e inaceptable» para su seguridad nacional. Una iniciativa que se suma a la No TikTok on Government Devices Act. Esta ley, efectiva desde el pasado 29 de diciembre de 2022,  prohíbe la instalación de esta app en dispositivos del Gobierno federal estadounidense como ya hemos comentado. Solo un par de meses más tarde, la Comisión Europea aplicó una norma equivalente.

Si se convierte en una cuestión que tiene que resolver Estado a Estado, va a empezar una auténtica pesadilla tanto para Google como para Apple. Ambas no pueden actualmente garantizar la descarga limitada de una app en una determinada región. Quizás se vean obligados a no ofrecer la aplicación en el país.

Respuesta de Tik Tok

Tik Tok anunció en Twitter el pasado 22 de mayo que “Estamos desafiando la prohibición inconstitucional de TikTok en Montana para proteger nuestro negocio y a los cientos de miles de usuarios de TikTok en Montana. Creemos que nuestro desafío legal prevalecerá en base a un conjunto extremadamente sólido de precedentes y hechos.”

Todas estas dudas e incertidumbres se resolverán probablemente antes del 1 de enero de 2024, cuando la ley tenga efecto.

 

PD: No solamente TikTok

También están afectados otros servicios chinos, no tan conocidos o Telegram, la alternativa a Whatsapp, fundada en Rusia.

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