Es curioso lo que ha pasado con Vaio. Un producto considerado de gama alta para los usuarios de Windows y presente en películas y series de televisión quitándole tiempo de pantalla a los sempiternos Macbook.
Es una realidad presente en nuestras vidas. Tenemos que reinventarnos todos los días. Hace años IBM decidió dejar Lenovo. Una cuestión de cadena de valor que no entienden los aprendices de yupi de los 80 (todavía quedan). Ahora Sony entiende que Vaio aporta más vendiéndola ahora que desembolsando de los ahorros un dinero que puede utilizar mejor en otras áreas del negocio de electrónica retail. Perdón, de otras áreas de ocio y experiencias digitales.
Sin embargo, otros fabricantes de hierros como Asus se han convertido en clientes de los fabricantes de ilusiones, como Google. ¿Por qué? Son sinergias y más importantes a corto plazo que las que busca la segunda reconversión digital de la industria musical. Es, como les contaba en agosto de 2012, una realidad que va más allá de los mediocres que se agarran a un ecosistema que desaparece. Tiene que ver con oferta y demanda, con soportes y fórmulas. Tiene que ver con el baile del mercado.
Y mientras, Apple a su bola. Como siempre.
PD: Aunque acaban de recordar que es mejor el libro impreso que la película, reconozco que es una fotografía llena de historia.