Este año no estuve y espero que en próximos si pueda disfrutar de lo que conocí y disfruté en la edición de 2014. El pasado 7 de febrero en el Auditorio Infanta Leonor de Arona se celebró la segunda final regional de FLL Canarias. Ganaron los equipos Fnatic de La Palma (primero) y Nazaret Los Volcanes de Lanzarote (segundo) la First Lego League (FLL) Canarias. Los de Lanzarote son buenos, llevan años en los primeros puestos.
Estos jóvenes, como los que juegan en equipo a Minecraft y otros tantos juegos colaborativos que requieren resolver problemas están formando a una nueva generación que practica la importancia de aprender a encontrar cómo funcionan las cosas (algoritmo) respecto a qué utilizar en cada caso concreto (dato).
Vivimos en una sociedad líquida, software la llaman algunos, que implica que todo cambia, rápidamente y que hace más relevante tener mayor capacidad de adaptación, comprensión y razonamiento que la ya anticuada del siglo XX de memorización y recuerdo de elementos concretos.
Aunque muchos duden, tenemos que dar un voto de confianza a esta nueva generación que se siente más libre y que vive a golpe de pantalla o de ratón para que sea capaz de resolver los problemas que les dejamos en herencia en este mundo llamado Tierra.
Impacto interior y exterior
Apostar por los jóvenes y por ese entorno llamado tecnología en el que se van a desarrollar es vital. Por eso tiene tanto mérito la pasión, va más allá del trabajo, con la que trabajan desde el Parque Científico y Tecnológico de Tenerife para que los jóvenes tengan la mejor experiencia posible de este festival. Lo he visto en Coqui García, la directora del evento, muy bien arropada por un equipo que trabaja en sintonía. Después de dos ediciones han conseguido traer la final nacional a Tenerife. Imaginen lo complicado que tiene que ser desplazar a tantos niños y jóvenes y, lo más importante, el impacto que va a tener Tenerife como destino en el exterior con los valores implícitos que tiene celebrar este foro.
La imagen es de FLLCanarias en Facebook.