Jóvenes, hiperconectados, con unas habilidades tecnológicas impensables hace cinco años pero sin trabajo. Ese es el perfil que muestran millones de jóvenes europeos. Especialmente en España. Viven en una sociedad desarrollada pero el contexto les hace pensar que es mejor vivir en un pasado que se ve con buenos ojos.
La generación # es capaz de consumir tecnología sin necesidad de dominarla, se mueve de Android a iOS con relativa comodidad y Wifi gratis es un Must-To de una zona residencial antes que la piscina comunitaria. Es la generación que se mueve a base de tweets, posts, publicaciones en el muro, YouTube y Spotify. Es el trending que marca la almohadilla la que marca la agenda de la vida cotidiana. Se acabó recibir una agenda de titulares a cinco columnas. Es la que viene después de la generación Z. Es una generación que lee, comparte y bien preparada. ¿Consume medias la Generación #?
Lo cierto es que se informan y leen. Pero su forma de hacerlo es totalmente diferente. El soporte da igual. Puede ser un smartphone/tableta/pc y aunque las marcas blancas no funcionen en la red no les importa quién, sino el qué. Hay una claro cambio de tendencia en el consumo de medias.
Es cierto que existen nuevos actores en el consumo de medias. Son los nuevos soportes virtuales, llamese Facebook/Twitter los que han creado Secuoyas desde pequeñas semillas. Han partido de un soporte, construido una fórmula, desarrollado un marca. Son el lugar donde se dirigen esos jóvenes de Generación # con un alto porcentaje de paro pese a estar superconectados. Con un horizonte en el que tendrán una gran potencialidad pero que no se plasma en puestos de trabajo. Que consumen un nuevo tipo de media que no se puede definir por el soporte, ni siquiera por la marca. Es un nuevo tipo de consumo que no pueden gobernar esos ignorantes que se comportan como niños con 100 euros en una tienda de caramelos. Además de mostrar una mala profesionalidad, aún no saben en que sociedad viven.