LAS TENDENCIAS SON tozudas, se puede intentar cambiar su curso, pero al final llegan a su meta.
Los datos acumulados en estos años están reflejando el punto de inflexión en el que nos encontramos en estos meses en relación a internet. Hemos visto como el número de internautas en España ha ido creciendo de forma regular y por fin en 2008 se superó el 50% de personas conectadas de alguna forma a la Red. Es decir, son minoría los que no la usan. La web participativa y colaborativa, la web 2.0, este año cumplirá su primer lustro alcanzando su madurez. El formato blog, la facilidad para publicar contenidos y la posibilidad de que otros participen y los mejoren, es una realidad en la que millones de personas dedican varias horas a la semana de su tiempo libre.
La publicidad en medios online ha crecido con dos dígitos cada año. Según la agencia ZenithOptimedia este año la inversión publicitaria en internet estará a un punto de la que se realiza en revistas y superará en tres a la que se realiza en la radio. La publicidad acude a dónde está la audiencia y en EE.UU., cuna de los cambios del mundo occidental, sus ciudadanos prefieren informarse antes en internet que utilizando un periódico. La televisión ya no la mira con recelo, la teme y no sabe que hacer.
Facebook también ha cumplido su primer lustro participando en el Foro de Davos. Algunos medios han destacado que han llevado la voz de los internautas a la élite política y económica. Hay otra noticia más interesante que pocos medios han querido ver, la comercialización de esta plataforma para vender el conocimiento que generan los 150 millones de internautas que tiene registrados hasta la fecha.
Hace poco se registraba un conocido, desconocedor de la web, y me preguntaba si Facebook era como un chat. La respuesta es clara. No. Esta red social muestra los datos de sus usuarios, sabe cuando se conectan, si quieren estar online, cuántos amigos tienen, a qué grupos se agregan, sus estudios y redes a las que pertenece, lugares que se visitan, juegos preferidos… Una base de datos que van más allá del perfil sociodemográfico. A medida que se utiliza esta red se van dejando píldoras de nuestra identidad.
Hace un tiempo comenté en estas páginas que había que tratar a la Red como a un desconocido y lo mantengo. Pero eso no quita que a un desconocido se le pueda hablar y empezar una conversación del tiempo. Al menos antes en esta tierra se hacía con frecuencia. La mayoría de las personas somos anónimas para las grandes corporaciones, somos un dato estadístico más de una sociedad de millones de internautas. Eso sí, algunos son más interesantes que otros y se desarrollarán los programas que sean capaces de detectarlos.
Estamos en crisis y parece que va para largo. Va a motivar un cambio en el hábito de las personas. Va a cambiar la forma en que consumen su tiempo y ocio y la web, por precio y facilidad de acceso, será su objetivo. No sólo desde un PC, cada vez se venden más teléfonos con posibilidades avanzadas para navegar en internet.
Cuando la crisis acabe habrá más internautas y estarán más acostumbrados a aprovecharse de internet. Tendrán sitios web de referencia que se convertirán en los prescriptores de productos y servicios. Los mejores ya están tomando posiciones porque adaptarse a las nuevas reglas lleva tiempo.
Publicado en EL DÍA el 8 de febrero de 2009
