Ashley y las búsquedas en Google

Hacerte famosa por acostarte con el ex-gobernador Eliot Spitzer demócrata de Nueva York puede mejorar las visitas al perfil en Myspace, otra forma de tener un espacio en la red. De momento lleva seis millones y medio de consultas y su canción What we want, se ha reproducido al menos 2,5 millones de veces. Encima la canción tiene una letra folclórica para que los periodistas descarguen sus teclas a gusto: «sé lo que quieres y tengo lo que quieres».
Llamar Ashley es un problema en estos días, porque los internautas que no sepan buscar bien creerán que una guapa rubia y no la morena es quien cobraba por favores sexuales.
Encima resulta que la página web de Emperors Club mostraba cómo realizaba sus servicios. El mismo nombre que una película que aún no he visto. ¿Realizará alguien la compra de esta película porque lo sugiere una búsqueda y se convertirá en la más vendida en DVD?
Siempre hay un buen samaritano que cuelga una captura de pantalla del sitio web.  Alguno podría incluso intentar rescatar textos e imágenes de la caché de Google. Para los que realmente quieran ver que se escondía tras esa pantalla, puede intentar acceder a alguna página de interés.
Google tiene muchas respuestas, pero hay que saber discriminar que opción es la que nos interesa. Ashley, si no realiza otro trabajo que demuestre su valía, quedará en un recuerdo nada más para el gran público.

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