Desgraciadamente veo a pseudo profesionales que actúan como niños con euros en una tienda de caramelos cuando no conocen de que están hablando y tienen que defender su status. Es más, en ocasiones se retroalimentan de una lectura, sin experiencia ni conocimientos prácticos y suele pasar lo evidente… Los números dicen que empeoran los resultados. Es el síndrome del videoclub de la esquina…
Toda industria requiere un proceso por etapas. En la que conocíamos hasta la era del conocimiento era muy lineal. Hoy en día estos pasos no son tan lineales. Funcionan en red. El problema es cuando no existe esa malla. La gestión sostenible es capaz de construirla al mismo tiempo que se beneficia de ella. Es el mecanismo de simbiosis que, en estos tiempos que corren, deben costar cero euros y al mismo tiempo renunciar a la marca blanca. Es un camino que he aplicado en el segundo semestre de 2013 y profundizaremos más. A fin de cuentas es la solución para el periodismo que reflexionan algunos periodistas.
También hay que destacar que el contenido no es el valor añadido. En una época en la que el coste de la copia tiende a cero hay que buscar otras fórmulas que obtengan resultados y que construyan una senda positiva. Lo que se ha destruido durante meses por el entorno necesita tiempo para formarse y ofrecer una calidad superior a la esperada. Intensidad y oportunidad. No solo se aplica a los contenidos. También a a la acción comercial.
Con inferiores recursos y actuando con lealtad al producto se puede mejorar los resultados de otros colegas si no se olvida que la gestión nunca acaba. En los media existe una crisis industrial, como otros tantos sectores, en el que hay un cambio de consumo y eso afecta a los clientes finales (lectores y anunciantes). Estos días se comenta más que nunca de Orbyt (sin tener en cuenta sus cifras de negocio o porque era evidente que llegarían a 100.000 suscriptores en 2013) y otros comentarios de quién desea vender sus servicios sin mencionar que relaciona teorías macroeconómicas con un entorno radicalmente diferente.
Es como la cirugía plástica. Es cara y no resuelve los problemas aunque durante un tiempo te deja bien en la foto. Prefiero quedarme con lo que dicen los que tienen que rendir cuentas regularmente a los accionistas de una gestión que olvidan los que se lucran de vender su moto.
PD: La reflexión que les comentaba de los periodistas.