Tras unas cuantas horas de espera, parece que funcionó (como una moto…) la descarga del navegador. El look es ligeramente diferente y parece que empiezan a aprovechar mejor el espacio inútil del entorno del navegador, aunque es una sensación subjetiva, no lo he medido.
Puede ser que sea más ligero en carga de memoria, o tiempos de respuesta, pero quizás se deba a que no todos los complementos funcionan con esta versón. Así que me temo que en el trabajo, de momento, no lo instalaré.
Al menos esta vez los medios, como elpais.com, no han tirado de nota de prensa, y se han dado cuenta del problema. Curiosamente ABC.es y elmundo.es no han recogido la incidencia. La Vanguardia dice que hoy ya está saturada. ¿Internet es como el quiosco de la esquina que cierra y no abre más? Público también se acerca a los hechos, y Soitu da una opinión al respecto. Quién siga a los medios, como en mi caso, debería de preguntarse si el software libre y los navegadores alternativos también tendrá que ver con el color político. Seguro que es casualidad.
