El móvil perfecto, cada vez más cerca

G1 es el nombre que se le ha dado al primer móvil que cuenta con Android, la apuesta de Google por incrementar la competitividad de los teléfonos que tienen en el acceso a internet un elemento fundamental de su uso. Si se observan las características generales como el tamaño de la pantalla, memoria, o el peso, el iPhone no ve un rival en este nuevo dispositivo cuya principal ventaja está en su teclado desplegable.
Los principales analistas están decepcionados con este nuevo teléfono que todos asocian a Google, aunque HTC sea el fabricante, y T-Mobile el operador de telefonía. No es tan libre como se esperaba, por restricciones de la operadora de telecomunicaciones, y se parece más a un ladrillo que el estilizado teléfono de Apple.
La guerra de los smartphones, móviles con capacidades de ordenador personal, no ha hecho más que empezar. Este formato será el que se imponga en el mercado de la telefonía porque será el demandado por la generación digital, la que en unos años será el porcentaje dominante en el mercado de consumo. Son jóvenes acostumbrados a ver la realidad en una pantalla, utilizan su correo electrónico vía web, pasan horas en el messenger, se sirven de llamadas perdidas, y están acostumbrados a tener lo que quieren a golpe de ratón. Hasta ahora iPhone dominaba el mercado en solitario. Dentro de unos meses probablemente lo seguirá haciendo pero con acompañantes de viaje como el G1 y las alternativas de BlackBerry, Nokia, y Sony Ericsson.
Este tipo de teléfonos supondrá un cambio radical en la forma en la que nos desenvolvemos. De serie incorporan cámara de fotos, memoria para poder almacenar ficheros multimedia, una gran pantalla, altavoces, conectividad inalámbrica, conectividad a internet y, recientemente, GPS. La posibilidad de combinar la posición junto con la existencia de páginas web que sean capaces de ofrecer información relacionada puede convertir nuestros desplazamientos en lo que se conoce como una realidad enriquecida, uno de los mitos de la realidad virtual. Por ejemplo, en un viaje podremos conocer en todo momento los lugares de interés cercanos y ampliar información sin cargar un libro de viajes. Incluso nos podría crear una ruta para no perdernos nada. Esto ya se puede hacer con una PDA, pero es con estos smartphone de última generación con los que tendremos en un único dispositivo todo lo que necesitamos: programas de ofimática, geolocalización, llamadas telefónicas, visitas guiadas de audio, fotografías, y todo lo que la web nos puede ofrecer.
Actualmente existen programas que realizan funciones similares si se dispone de un GPS. Creo que sólo es cuestión de tiempo que la metáfora que se ha aplicado en los ordenadores domésticos, el programa es la Red, se reproduzca en los teléfonos móviles como el G1.
Los fabricantes de móviles nos ofrecen productos completos en conectividad, capacidad de cálculo y preparados para contratar con una tarifa plana la conexión en todo momento. Ahora el reto está en el software, que es realmente el objetivo de todos estos teléfonos, crear un universo de servicios que haga nuestra vida más cómoda.
Publicado en EL DÍA el 28 de septiembre de 2008

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