Hace años que hice un trabajo con dos compañeros de carrera, Lucio y Pedro, en el que describíamos lo más destacado de la realidad virtual. Algunos de los campos de aplicación es la realidad aumentada. En aquella época parecía un poco fantasioso y algo que probablemente no desarrollaríamos debido a la complejidad del desarrollo, o el tipo de trabajo al que se aplicaría.
La realidad aumentada es una forma de llamar al incremento de percepción de lo que nos rodea gracias a artefactos tecnológicos. Algunos probablemente aún no lo han escuchado y otros ya prefieron dejar de leer y empezar a tocar estos artefactos. Imaginemos unas gafas de sol que nos muestra mientras las llevamos, y de una forma atractiva o que no interfiera con nuestra visión, la temperatura ambiente, el nombre de las calles, el trayecto que debemos de seguir en nuestro camino, o la última vez que entramos a un local de moda. Es decir, nos ofrece nuevos «sentidos» a los que ya tenemos, o información adicional.
El iPhone parece que es el dispositivo ideal para implantar estas opciones. Tiene memoria, capacidad de proceso, sensibilidad al movimiento, una interfaz cómoda (al ser táctil), localización geográfica, y una cámara en la que captar el entorno. Les dejo el vídeo que hace un tiempo me habían prometido encontrar.
No es la misma presentación que se muestra en la imagen, pero todos los fabricantes, como Microsoft, nos están mostrando estas maravillas que eran de película y que en estos tiempos ya están a la vuelta de la esquina.
Lucio Albenga
Interesante presentación aunque quiero remarcar que las características de dispositivo que comentas no solo las tiene el iPhone sino que las tienen otros terminales que han ido saliendo en los últimos tiempos.
Tal vez sería más acertado decir que los nuevos teléfonos o dispositivos móviles pueden ser el dispositivo ideal 😉