Aplicar el conocimiento es un activo. El negocio, un pasivo

Ayer en una reunión escuché hablar de que «hay que romper esquemas mentales. El mundo actual precisa que seamos capaces de adaptarnos«. Quizás el resto del grupo entendió la expresión, otros creyeron entenderla, pero es algo que va más allá de decir cambio una idea. Los muros más difíciles de romper son los que no se pueden ver. Les contaré algo más.
Como sabemos los que nos dedicamos a la profesión TIC, se trata de reaprender lo aprendido aprovechando la experiencia como forma de profundizar más en un modelo conceptual no como una barrera/hipoteca del pasado. Es habitual al aprender un modelo de desarrollo, una arquitectura de actuación, o un sistema que evita errores humanos realizar ese trabajo de romper esquemas mentales. Estamos acostumbrados a romper esquemas para facilitar el trabajo, la gestión, encontrar los problemas cuando otros simplemente los obvian (hasta que aparecen).

Conocimiento y tecnología

Hace poco les conté como se han acelerado los cambios en la industria gracias a la tecnología. Al aplicar de forma correcta un conocimiento estás potenciando la marca, generando nuevas oportunidades de negocio. Se actúa desde una forma que en el siglo XX se pensaba que era comunista y que en el siglo XXI está en la meca del Atlántico norte del capitalismo.
En mi cuenta en Twitter compartí, creo recordar, hace poco como Kodak se deshizo de un pasivo vendiéndolo, sus patentes, y las convirtió en un activo, ingresos. El motivo era el lastre que les suponía esa parte de su negocio que ya no tenía mucho sentido. Para aplicar ese conocimiento de gestión y de negocio al nuevo ecosistema que se aleja, a pasos agigantados, de la película de fotografía la firma necesita una inversión. La venta se lo ha permitido. Podrán aplicar el conocimiento del negocio adaptado al nuevo ecosistema de actividad en el que vivimos. En EE.UU. la declaración de quiebra, de no poder pagar los gastos con el negocio actual y no tener que asumir las deudas de futuro es una forma muy práctica de permitir que los negocios continúen aunque tengan problemas de liquidez, o estén mal dimensionados, o mal enfocados. El conocimiento implica que hay que mirar ambos lados de la moneda.

Convertir pasivos en activos

El negocio es un pasivo y Mango es un buen ejemplo de esta nueva forma de convertir el conocimiento en activo. Es el compromiso de una marca en hacer un buen trabajo. Muchos teorizan sobre conceptos en internet y lo que hacen es hablar de lo que ven o lo que dicen otros. Mango aplicó los buenos conceptos. ¿Cuántos de los que trabajan en grandes marcas hablan en mass-media-2.0-eventos?  Ellos son motores que originan que los cambios estén llegando y vienen para quedarse. Hace un par de años comenté que el camino no era el aparente, es el que otros, de rojo, ya están aplicando.
Hay una cadena de radio nacional que está pensando en convertir pasivos en activos porque el mercado no les permite aplicar el conocimiento para conseguir beneficios. Es una gestión pragmática de Grupo y al mismo tiempo está dando indicaciones de la situación real del conjunto. Está ofreciendo un activo a quién quiera recogerlo para aprovecharlo en el mercado. Es el mercado el que manda y no se trata de una competición entre ganadores, se trat de generar beneficios utilizando activos (conocimiento) para gestionar pasivos (negocio).
Por eso es tan importante romper esos esquemas mentales, como me dice un colega de un país europeo, el mercado exige reinventarse cada día. Parece una exageración. Como podía parecerlo hace 3 años que utilizáramos cómodamente en el sillón/cama de nuestra casa un ordenador de 10 pulgadas que no tarda ni un segundo en encenderse.
 

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