Desde que nace la idea hasta que se plasma en el primer prototipo de producto o servicio se produce un intervalo de tiempo. Cada vez es más corto ese plazo. La creación de hackathons, incubadoras, emprendimiento de fin de semana son una demostración de que se intenta acortar ese tiempo.
Los plazos para obtener resultados son cada vez más cortos porque las innovaciones se realizan con mayor frecuencia y desde cualquier lugar del mundo. Un desarrollador en Pakistán puede crear una plataforma comprada en California que deje atrás cualquier invento realizado en Madrid, Londres, o Milán. Cuando se emprende se debe de pensar en ese plazo de tiempo. ¿Será lo que demande la sociedad cuando esté acabado? ¿Se habrán adelantado?
Este temor no debe de impedir que emprendamos desde Canarias. Al contrario tan sólo debe de hacernos pensar en los cambios que se van a producir. Por eso emprender es un problema de plantear un escenario de futuro. Por ese motivo es importante ser rápido y, sobre todo, no cerrar la puerta a poder pivotar. Pero eso lo contaré en otro micropost.
