La última portada impresa de Newsweek

Newsweek, el semanario que contó la historia del siglo XX se despide del papel.  Aunque fuera un hecho conocido, lo cierto es que no deja de ser noticia que una marca con tanta historia, prestigio y calidad en sus contenidos haya dado el salto y se aventure, como producto, en una nueva etapa con un futuro incierto.
Tengo que destacar que la portada es fabulosa como concepto y metáfora. Una fotografía histórica, un edificio emblemático, un cartel de época gloriosa. Un titular en portada que en rojo y blanco utiliza un hashtag de los nuevos tiempos, que anuncia su desaparición. Presenta un texto que solo tiene sentido en el entorno digital. Una auténtica declaración que invita a su utilización en Twitter #lastprintissue.  ¡Chapó!

En octubre comentaba como Newsweek abandona el papel. No es una apuesta a un nuevo mercado, se trata de una realidad empresarial que afecta a este gran producto. La empresa editora no fue capaz de aguantar el modelo de negocio. En 2008 fue vendida al precio simbólico de un euro (y asumir las deudas). La empresa que pagó el euro realmente estaba pagando por el nombre, por el prestigio.
La empresa compradora cocinó una estrategia a fuego lento. Duró cuatro años.  En la primera etapa asimiló la organización. En la segunda se hizo evidente para el público su integración con The Daily Beast. Ahora, en esta nueva etapa la marca compradora y de poco reconocimiento histórico, Daily Beast, ofrecerá contenidos en el soporte reconocido y presente en la memoria colectiva del gran público, Newsweek. Es una realidad de estos tiempos.
El semanario  no tendrá el soporte físico, visible en los kioskos de la calle. Tendrá una experiencia más íntima si no se apoya en los mass media tradicionales,  industria a la que ya no pertenece, y por lo tanto tendrá más complicado el ofrecer portadas remarcables y que permanezcan en la memoria colectiva de los usuarios de dispositivos digitales. Todos estos hechos son motivos para pensar en su futuro incierto. Hay que recordar que The Daily cerró. Era un producto creado por y para las tabletas.
La realidad del mercado suele superar, pasado un cierto tiempo, a los cantos de sirena que no utilizan datos del mercado. Cada vez ese margen de tiempo es más corto.

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